Cierro los ojos y veo las cenizas de un mundo sumergido en el caos, mutados persiguiendo a los últimos supervivientes que quedan de la humanidad que intentan permanecer con vida. Abro los ojos y el sol entra radiante por mi ventana alumbrándome en un nuevo día tranquilo. Cierro los ojos. La música y la poesía me transporta más allá del firmamento a un mar de estrellas donde acaricio a la osa menor sin que su otra constelación rival se enfade. Abro los ojos y la gravedad me tiene atrapado con su abrazo, negándose a que extienda mis manos al cielo infinito y vuele por siempre con las nubes.
Cierro los ojos y veo monstruos y villanos, héroes y princesas que necesitan ser salvadas. Veo heroínas enfrentándose al mundo por el amor que anida en su corazón y como un niño cualquiera puede sobrevivir a los problemas de un mundo que no le quiere. Abro los ojos y veo en las noticias como otro niño se suicida, como familias se destruyen y como el tono rosa con que pinto mis sueños se vuelve negro con la realidad.